Templo del Sancti Spiritu Siglo XXI

 “Templo del Sancti Spiritu, Siglo XXI”


-Ficción o ¿No?-


Encontrar la Sede Central de los Rosacruces, en la Selva Negra Alemana, es harto complicado; pero además peligroso, a pesar de existir una gran carretera de hormigón que llega, desde la Civilización, siendo su entrada mediante un túnel de montaña ciego o tapiado para el Público en general, hasta el Templo con la única finalidad de transportar el material de construcción; tanto del propio Templo como de las necesarias instalaciones de servicio y mantenimiento; no obstante, ésta Carretera no está abierta al público, permaneciendo operativo solo en los periodos de mantenimiento de las instalaciones.


Aunque no nos es permitido ofrecer la ubicación exacta del Templo de la Fraternidad Rosacruz, entre otras cosas porque se nos vendaron los ojos, sí que podremos ofrecer amplios detalles, tanto de la Estructura, ubicación y de los servicios de que dispone; pero el acceso habitual suele ser aéreo mediante pequeños helicópteros que aterrizan en unos pequeños helipuertos, en el interior del Complejo Rosacruz.


A primera vista, desde la lejanía, en las cuatro direcciones geográficas, lo único que puede observarse es un gigantesco aerogenerador en la cima de una montaña, un aerogenerador que pareciera ridículamente pequeño desde la distancia. Tanto el Templo como los edificios aledaños, dormitorios, restaurante, talleres y aseos permanecen ocultos a la vista de los curiosos, en tanto que se encuentran situados en un profundo valle, al amparo de grandes riscos montañosos repletos de abetos y otros árboles de hojas perennes como pinos y cipreses.


Solo desde la altura de nuestro helicóptero podía observarse la majestuosa y completa estructura, digna del trabajo de los mejores arquitectos, sin resultar farragosa y manteniendo una simplicidad digna de la Humildad que caracteriza a los ricos y muy adinerados Hermanos Rosacruces.


Una vez, abajo, en el helipuerto, me extrañó no observar Templo alguno, solo las edificaciones prismáticas dedicadas a los servicios de la Hermandad y pronto entendería el por qué, en tanto que el Templo no podía ser visible, desde ningún punto de vista, ni siquiera desde las alturas, dado lo bien camuflado que se encuentra en una olla entre las montañas, a cuyo interior sólo se puede acceder mediante un enorme túnel excavado en la roca de la montaña.


El Templo es, a simple vista, una gigantesca esfera de concreto de unos cuarenta metros de diámetro, podriá ser un poco más grande o más chica, dado que me baso solo en una apreciación aproximada. La Esfera, a pesar de estar expuesta a la vista es muy difícil de apreciar al estar pintada, en toda sus superficie, a modo de camuflaje con los colores pedregosos y arbóreos de su entorno, pudiendo acceder a ella mediante una rampa automática, escalonada y escamoteable en la propia pared curva de la esfera.


Al parecer, la esfera en la que se ubica al Templo de los Hermanos Mayores de la Rosacruz se sustenta sobre una profunda cimentación de concreto y varillas de acero, de unos cien metros de profundidad y, cuadrado, de diez por diez metros. Toda la estructura de la esfera, su pared de cuarenta centímetros de espesor, se sustenta, por la base sobre el único pilar central. Un Pilar central que, por otro lado, se eleva sin discontinuidad hasta justo el ecuador de la esfera y donde se convierte en una superficie circular, también de hormigón y Varillas de acero de unos, al igual que la pared de la esfera, cuarenta centímetros de grosor, que se expande hasta unos veinticinco centímetros de la pared esférica, estando unida a ésta, mediante una rejilla constituida de una aleación de zinc y acero inoxidable con la función, según pude comprobar, permitir el flujo de aire procedente del Aire acondicionado, cuyos condensadores podía haber visto, a las afueras junto a los edificios exteriores y del sonido de unos potentes bafles de altísima fidelidad. El Pilar central de concreto, natural prolongación de la cimentación, además de servir de soporte a la plataforma ecuatorial, ubica en sus hueco interior hasta ocho ascensores hidráulicos, cilíndricos y de paredes translúcidas, escamoteables, por su techo con el suelo de la plataforma, con el fin de acceder a la parte superior de la esfera, Sede del Templo, en forma de Cúpula, de la Rosacruz. Estos ascensores, una vez cumplida su función de subir a los asistentes, bajan hasta posicionarse al ras de la Plataforma, quedando el suelo absolutamente raso y sin irregularidades aparentes.


La parte inferior de la esfera está constituida por una estructura en forma de Cruz que compartimenta la semiesfera en cuatro partes iguales. Estos muros separadores internos poseen, cada uno, una enorme entrada, en forma de arco, y que comunica con las estancias adyacentes. Estas estancias, de función variopinta, contienen unas grandes estanterías y múltiples taquillas y armarios. Dos de los espacios no son otra cosa que una espaciosa biblioteca con miles de volúmenes. También podía observar sobre el techo y paredes los conductos del aire acondicionado y los tubos que conducen, mediante cables, la electricidad. En la propia biblioteca se encuentra, si no lo han cambiado, al menos cuando yo lo visité así estaba, un impresionante equipo de sonido encargado de llevar la música y la voz a todos los rincones de la Cúpula donde se encuentra el Templo. En otra de las estancias inferiores se encuentra una Sala de ordenadores con múltiples servidores asignados a todos los países del Mundo.


Cuando subimos, mediante uno de los ocho amplios ascensores, pude comprobar la inmensidad de la cúpula, semejante a la de un gran planetario o Cine IMAX. Se trata de una cúpula acristalada con paneles de policarbonato translúcido blanco que cuando está iluminado por los focos led situados en la pared de concreto, era imposible ubicar, con la vista, los puntos de luz, pues la luz parecía salir de todas partes al mismo tiempo, dando una sensación de majestad. El fluir del aire me resultó imperceptible; es decir, se respiraba perfectamente; pero no se sentía el aire por ninguna parte y el sonido parecía proceder de todas partes, en una suerte de surround que yo jamás había percibido en tal modo. Era una suerte de cuadrafonía que surgía del suelo; pero que se expandía por el techo y rebotaba hasta mis oídos.


Ahora pasaré a definir, si me es posible, la constitución del Templo, en el interior de la Cúpula. En uno de los extremos cardinales, no podría indicarlo con seguridad, pues no llevaba una brújula que, por otro lado, tampoco creo que me hubiese facilitado el conocerlo debido al varillaje de acero del concreto del que estaba constituida la esfera; pues bien, en un punto de la pared esférica se encuentra situada una enorme Rosacruz, constituida por dos travesaños lobulados translúcidos, en cuyo centro también se encuentra una majestuosa rosa, también, translúcida. Me comentaron, aunque yo no pude verlo, que está construida de tal modo para mostrar mediante un conjunto de redes de leds, la imagen de tres rosacruces diferentes. Una, al parecer, negra con una rosa roja de color intenso en su centro, otra de color blanco con una rosa de un color rosa pálido y otra de color dorado con una rosa de un color blanco inmaculado. Al parecer, cada una de las rosacruces es adecuada en diversos rituales y proceso de Iniciación; al menos eso es lo que me contaron mis veteranos acompañantes.


Para no confundir a nuestros lectores y seguir identificandoles la estructura interior del Templo me situaré pegado a la pared opuesta donde se encuentra la Rosacruz.


La Cúpula muestra un blanco contínuo majestuoso. A los pies de la Rosacruz; pero desplazado a su izquierda, la derecha de mi mirada, se encuentra un atril transparente, supongo que de metacrilato, donde se sitúan el Maestro de Ceremonias y, en su turno, los diferentes ponentes. Adyacente, también a la izquierda se encuentran tres simples sillas lacadas en blanco, según me dijeron, una para el Maestro o Maestra de Ceremonias simbolizando a Christian Rosentkreutz, la otra para el o la conferenciante y la tercera para algún invitado muy especial. No me preguntéis lo que eso significa porque no tengo ni idea.


Justo, justo debajo de la Rosacruz se encuentra un gran altar de mármol blanco de una simplicidad pasmosa, sobre la cual, centrado, se encuentra un pequeño atril con un libro enorme que yo supuse podría ser la Biblia Cristiana; pero, por lo que pude saber después, se trata de la Biblia Gnóstica constituida por los libros del Nuevo Testamento y otros evangelios gnósticos, no contemplados en la Biblia Tradicional, como los evangelios de Tomás, de Judas y la Pistis Sophia, entre otros; a mí izquierda, la derecha del Libro, un candelabro de “Siete brazos” y a la izquierda del Libro, la derecha de mi vista un enorme cáliz, sin mucho labrado, de plata pura. Tanto el Altar como el Estrado, con atril para los ponentes y sus sillas se encuentran sobre una leve plataforma a la que se puede acceder mediante tres escalones, todo de un blanco celestial.


Os puedo decir que no vi, en las paredes, cuadro, otra decoración o puertas algunas, solo lo que os estoy indicando.


El Centro del Templo, que también es donde se encuentran los ascensores lo confiorma un círculo, en cuyo interior se encuentra un cuadrado de diez por diez metros. Me indicaron que, aunque ahora no esté, se suele colocar una alfombra de color blanco y donde se desarrollan una serie de rituales de los que no puedo comentar nada públicamente.


Los asistentes al Templo, se sientan sobre tres hileras de sillas lacadas en blanco y debidamente espaciadas para resultar cómodo no solo el sentarse sino transitar entre ellas. Una de las hileras comienza donde yo me encuentro, justo en frente de la Rosacruz y al ser un círculo, el número de sillas es superior cerca de la pared que cerca de la alfombra ceremonial. A izquierda y derecha de ésta hilera, dejando un espacio de unos dos metros, se encuentran ambas hileras idénticas y con el mismo número de asientos.


De verdad que, una vez comenzado el evento de presentación, del que iremos hablando en posteriores lecciones, la acústica del lugar era increíble y algo que en mi vida había escuchado y eso que una parte de mi Formación Profana está basada en el Sonido y la Alta Fidelidad. Me cuentan que en el interior de las taquillas y estanterías de la parte inferior, se encuentran los misteriosos objetos del primitivo Templo de la Rosacruz, donde se encontraba la Tumba del Mítico Christian Rosentkreuz. Sí, también esa lámpara que se mantiene encendida de forma perpetua desde que Rosentkreutz la pusiera en el Templo del Espíritu Santo original. Yo, no la he visto si os tengo que ser sincero.


Os preguntaréis ¿Cómo y Quién te ha invitado a conocer, presencialmente, ese Extraordinario Lugar que la mayoría de la gente desconoce? Sí, efectivamente, fui invitado a conocer el lugar, en la mayoría de sus detalles, por uno de los Hermanos Mayores de la Rosacruz, Hermano de nuestro Maestro Interior; pero la visita, a cuento de nuestro ascenso de Discípulo de la Rosacruz a Hermano Lego de la Fraternidad Rosacruz, Grado que ocupamos en la actualidad, se debió a la necesidad de iniciarnos en dicho Grado. Lamentablemente, no puedo respecto al ritual, contar nada de forma pública y sólo pueden acceder a ellos quienes tengan permiso de entrar en “El Grado 0 El Pleroma”


¿Fue una visita presencial, en espíritu o virtual? Eso lo dejo a la imaginación de nuestros avispados lectores; pero os puedo asegurar que el Lugar existe y cualquiera que ponga el suficiente empeño y tiempo lo podrá encontrar en las profundidades de la Selva Negra Alemana, no demasiado lejos de los pueblos donde se construyen los mejores relojes de Cuco del Planeta.


Mientras tanto, a futuro, nos vemos en “El Pleroma”


Frater Tony (Hermano Lego R+C)