El Misticismo del Ano

 “El Misticismo del Ano”


-Una Apología necesaria-


Existe muy poca información accesible acerca de la relación de nuestro fisiología con la espiritualidad; pero mucha menos acerca de esa cosa tan denostada, despreciada y risible como el Recto y si Ano, apéndice Interno excretor de los residuos alimenticios no aprovechados por nuestro Organismo.


Lamentablemente solo en unas pocas culturas, especialmente orientales, se le presta la suficiente atención como para mantenerlo limpio mediante enemas periódicos, con el fin de que se encuentre en perfecto estado de servicio, evitando su inevitable deterioro; dado que de no hacerlo, su atasco y contaminación fecal contribuye a la proliferación de enfermedades tan graves, que conducen a un sufrimiento inhumano y a una muerte inevitable.


Al Recto y, consecuentemente, al Ano hay que prestarle la necesaria atención, como hemos indicado; pero también tratarlo con mucho amor. Cuando llevamos tiempo familiarizados con nuestro Ano, éste nos habla, se comunica con nosotros y nos avisa, generalmente de forma amable, “Necesito de tu atención”


El Ano necesita ser estimulado y dilatado, agradeciéndolo con una gran cantidad de placer que supera, con mucho, al que nos pudieran proporcionar las relaciones genitales, preparadas para la procreación.


Conforme le prestamos atención a nuestro Ano, éste toma cierta conciencia muscular, pasando de ser meramente involuntaria a plenamente voluntaria, hasta llegar a ese punto de Comunicación profunda, con nosotros, mencionado.


En todo instante, una vez que nos familiarizamos con nuestro Ano, éste se manifiesta mediante ciertos extertores internos, convirtiéndose, con el tiempo, en externos, indicándonos que necesita que lo alimentemos. La alimentación del Ano no se realiza mediante nutrientes orgánicos; pero sí con movimientos, actividad física e instrumentos orgánicos, como un buen pene o algun tipo de verduras, o inorgánicos como son los dildos de plástico, goma, silicona, acero o cristal.


El Ano, tu Ano, nuestro ano, es una Entidad muy exigente y que nos requerirá, cada día, de una atención mayor con el fin de dilatarlo más y más hasta alcanzar su límite de elasticidad posible y que depende de cada tipo de Organismo. No se puede hablar de una dimensión standard de diostación; pero lo suficiente para que pueda ser introducido en Él, una mano masculina o, simultáneamente, dos femeninas. En la profundidad de penetración, el Ano también tiene algo que decirnos y es que no seamos timoratos y lo profanemos lo más profundo que nos permita, de a poquito, sin sentir dolor. El dolor siempre es el límite que nos imponen el Ano y el recto, tanto para la dilatación de sus esfínteres como para la penetración en el interior del Colón. En general la dilatación puede estar comprendida entre unos ocho centímetros de diámetro hasta un máximo de quince y la profundidad, dependiendo siempre del diámetro del dildo y de la fisiología corporal, entre treinta centímetros y un metro de longitud.


Una vez que el Ano se haya confiado con nosotros, en esa relación matrimonial íntima y extrema, nos regalará con el despertar de la Kundalini, la Serpiente ígnea que nos ayudará a despertar, de forma secuencial, todos y cada uno de los chakras de nuestro Cuerpo, tan íntimamente relacionados con las glándulas endocrinas. También podremos mostrar nuestra Rosa Anal y que no es otra cosa que un Prolapso, muy importante, voluntario de la parte final y dilatada de nuestro Recto que pareciera intentar escapar de su prisión orgánica, con el fin de manifestarse y decirnos ¡Aquí estoy!.


Es muy importante el entender que una vez comenzado el proceso de despertar de nuestro Ano, jamás deberá de ser interrumpirlo pues las consecuencias podrían ser terribles, del mismo modo que un culturista jamás deberá de abandonar su ejercitación con el fin de que sus músculos no se vuelvan flácidos y se llenen sus células de grasa.


Debemos de entender que todos los músculos relacionados con el Recto son involuntarios a excepción del esfínter externo del Ano; pero con nuestros ejercicios los hemos convertido en perfectamente voluntarios y si se desatienden las necesidades de masaje y dilatación, necesarios, todo el proceso se revertiría a involuntario y a producirse prolapsos rectales involuntarios y, por lo tanto,  no deseados o a obstrucciones fecales por la propia flacidez de los músculos del Recto.


Deben de recordar, nuestros amigos, que la Personalidad Humana está constituida de múltiples egos y que se corresponden con todas las células de nuestro Cuerpo, así como de las bacterias y otros organismos que colaboran con el perfecto funcionamiento de nuestro Organismo. El Ano es una parte importante y fundamental de nuestro Crecimiento Espiritual y que, generalmente, por educación y acondicionamiento obviamos, no atendemos.


Al desatender al Ano estamos también desatendiendo al Chakra basal que es el que debe de encender la Espiritualidad en nuestro Organismo. Para que se entienda sería como intentar encender un fuego con pedazos grandes de troncos húmedos. Así jamás podremos encender un fuego; pero si primero tomamos hojas secas, papel y pequeñas astillas de arbustos, podremos encender un fuego lo suficientemente potente como para, primero, secar los troncos grandes y luego prenderles fuego. Si nuestro Chakra Raíz, las hojas secas,  jamás fue encendido, sería una entelequia pretender encender los del Plexo Solar, el Corazón o los tres superiores a partir de la garganta, hasta la coronilla de nuestra cabeza.


Si no hemos encendido el fuego de nuestro Ego anal es un disparate pretender que hemos alcanzado algún tipo de Iniciación espiritual y, aunque, esto sea posible, con excesivo esfuerzo, en muchos casos, las consecuencias, a nivel de enfermedades orgánicas, pueden ser desastrosas.


Creo que nos falta ofreceros un consejo muy importante. Para tratar con nuestro Culo no hay que tener prisa alguna. No pretendáis, de un día para otro, meteros el mango de un bate de béisbol porque, seguramente, lo que conseguiréis será rasgaros los esfínteres y terminar en el hospital para, posteriormente, adquirir el consiguiente miedo a seguir intentándolo.


Poco a poco, una vez al mes al orincipio, duele, una vez a la semana, sigue doliendo, una vez en días alternos, ya va doliendo menos y menos, y aumentando progresivamente tanto el diámetro como la longitud de nuestros instrumentos; sin olvidarnos de utilizar, nunca es poco, suficiente líquido lubricante. 


También recordaros de realizar, al menos una o dos veces al año un profundo enema o lavado intestinal con productos especializados, sin olvidarnos de alimentar, por la boca, a nuestro Sistema Digestivo con prebióticos y probióticos, con la ingesta diaria de kéfir y yogur, preferiblemente naturales y sin azúcar. 


Paciencia, paciencia y mucha paciencia, sobre todo si, por prejuicios religiosos y culturales, no lo habéis realizado nunca. El Ejercicio Anal es básico y necesario para abrir las puertas del Mundo invisible mientras inunda vuestro Sistema Nervioso con un Orgasmo propio de los dioses.


Estamos a vuestra disposicuón para cualquier tipo de consulta relacionada. Siempre os habéis preguntado cómo Antony es tan prolífico en los asuntos espirituales y aquí tenéis expuesta una parte principalisima, no la única, de nuestro innombrable Secreto.


Antony