El Gran Secreto de la Humanidad

 “El Gran Secreto de la Humanidad”


-Nos encontramos completamente equivocados respecto al Sentido de la Vida-


¿Recuerdan la película "Viaje Alucinante", basada en una Novela de Asimov? Y donde para curar la enfermedad de un paciente, le introducen en su riego sanguíneo un minisubmarino reducido con toda su tripulación.


Pués veréis, con el Universo sucede lo mismo. Se trata de un cáncer cósmico en expansión y nos mandaron a nosotros, la Humanidad, para atajarlo y eliminarlo.


El Ser Humano es algo así como un virus de destrucción masiva, diseñado para frenar la expansión del Universo y aniquilarlo. Ahora podrán entender el potencial destructivo de la Mente Humana.


Algunos conspiranoicos dicen que con los super sincro ciclotrones "aceleradores de partículas gigantes", la Humanidad abrirá una ventana hacia un Mundo de Antimateria que terminará devorando a nuestro Universo. No van muy desencaminados, pues la Humanidad fue diseñada para eso.


El Concepto de un Universo surgido de la Nada y en contínua evolución hacia un mayor perfeccionamiento, no solo es erróneo sino que se trata de justo lo contrario. Así quienes abogan por mantener nuestro Mundo lo más perfecto posible para las nuevas generaciones, van en contra de la función encomendada a nuestra Especie, la destrucción total y absoluta de todo lo que existe.


La Gnosis, en modo alguno, nos dice que debamos de cuidar y perfeccionar el Mundo para las generaciones futuras, como busca nuestro actual e ignorante Globalismo, sino justo todo lo contrario.


El Mundo fue creado con una válvula de seguridad, incluida en la Naturaleza, por si algo salía mal y mira si salió mal, que nuestro Universo es un auténtico caos infernal donde impera la huida desenfrenada hacia ninguna parte, así como una destrucción contínua, sin algún aparente sentido y a la que los humanos, con el fin de intentar explicarlo, la hemos denominado como reciclaje.


Todo, en el Mundo, huye de su origen, destruye todo a su paso hasta su definitiva autodestrucción del mismo modo que un parásito muere con la desaparición de su fuente de alimento, la presa que ha matado. Éste es, exactamente, el mismo funcionamiento de los virus. 


Los seres humanos tan solo somos un eslabón más de esa cadena de autodestrucción que supone la válvula de seguridad de la Creación y que viene incorporada a la Naturaleza; que no deja de ser otra cosa que un reflejo, un espejismo de nuestro Eón Sophía.


Jesús, bien dijo que había venido a traer una espada. Vino a salvar al Mundo; pero no como la gente lo ha imaginado, sino mediante la Muerte y la Destrucción, la extinción y el exterminio. 


Mediante la Muerte se consigue la verdadera Vida, buscando mantenerse vivo, lo que se alcanza es seguir huyendo hacia ninguna parte manteniendo un caos de destrucción sin aparente sentido; es decir, mantener las cosas tal y como están y seguir con la misma rutina.


El Mundo, al Demiurgo Creador, no le salió bien del todo; de hecho le salió muy mal, un desastre absoluto tal y como vemos; en tanto que la permanente expansión del Espacio-Tiempo de nuestro Universo, supone la fagocitación de otros universos aledaños más pequeños. Dicho en “Román Paladino”, nuestro Universo enfermo se extiende dentro del Infinito Océano de Éter, que es el Pleroma, como la Peste; a modo de un cáncer imparable que afecta, no conocemos como, a los eones circundantes, tras haber consumido, completamente, a su propio Eón Sophía.


Y ¿Dónde se encuentra el Demiurgo para que arregle tal desmadre? “Ni se sabe su paradero ni se lo espera”, dicen algunos, en tanto que “debería de encontrarse, en su cósmico séptimo día de descanso, de vacaciones en algún remoto lugar del Pleroma”, pues no, que se os quite de la cabeza, que no os engañen.


El Demiurgo, efectivamente, descansa plácidamente y a pierna suelta; pero fragmentado en todas y cada una de las partículas de su Creación, también en los seres humanos mediante esa Chispa Divina a la que denominamos los cristianos gnósticos como Cristo.


Pues bien, ese Sueño del Demiurgo que descansa, dormitando, en su propia Creación posee diferentes niveles de percepción o conciencia, como lo queramos llamar mediante sus fragmentos cuánticos. 


En algunas partículas el Espíritu del Demiurgo se encuentra sumido en un profundo sueño; pero en otras, de forma progresiva, se encuentra más consciente. La Especie Humana se encuentra en un término medio; diríamos que, comenzando a experimentar lo que es una incipiente Conciencia Crística.


Cuando el Demiurgo creó el Universo y dejó su tutoría en manos de “Autades”, el Gran Presuntuoso, estimaba que todo estaba bien y que nada había salido mal; pero pronto, debido a la confabulación de Jehová y la Serpiente, ya saben el truco del Poli bueno y del Poli malo, toda la Creación comenzó a fragmentarse y expandirse, tanto a nivel microcósmico como a nivel macrocósmico. (Recuerden que todo Mito es una alegoría dirigida a nuestro Espíritu, no estamos tratando de hechos históricos, esto se hace para que el mensaje no le llegue a los arcontes, en tanto que son incapaces de desentrañar las ideas abstractas)  


Esa expansión la provoca, dentro de su inconsciencia ensoñadora, el propio Demiurgo mediante sus criaturas, incluidos nosotros, en ese afán de multiplicarnos hasta convertirnos en tan numerosos como la arena de la playa; pero éso no sucede solo a nivel terrestre, sino también a un nivel Universal con los objetos celestes. 


Todo se fragmenta y se expande, también la materia estelar, en una frenética huida hacia ninguna parte, teledirigidos por el miedo de los arcontes a desaparecer, una vez que el Universo haya cumplido su misión de Campo de experimentación para el Espíritu Divino.


Para que se entienda, los arcontes no poseen ni Cuerpo ni Espíritu, son solo líneas de programación creadas para, mediante un sofisticado Sistema de Inteligencia Artificial, mantener estables los pilares del Universo, hasta que éste cumpla con su Destino prefijado. Éste fin, hace mucho tiempo que debería de haberse dado; pero no, y nos encontramos como en un Eterno “Día de la Marmota” que se repite, una y otra vez, sin parar.


Después de tantos eones de tiempo al lado de su Diseñador, el Creador, y de sus criaturas cargadas de Poder Espiritual; de algún modo, estás inteligencias sin Vida propia, conocidas como “Arcontes”, han venido a remedar una suerte de semi conciencia que les ha dirigido la mirada hacia su único e ineludible Destino, la extinción una vez que hayan cumplido con su cometido; es decir, “preservar el Universo hasta el regreso del Demiurgo, tras haber despertado de su largo y profundo sueño”.


Todos los seres, de un modo automático e inconsciente, nos dirigimos hacia nuestra natural extinción y la destrucción del Universo, con el fin de frenar la expansión del Universo y que, de no realizarse, nos conduciría a un Eterno infierno de inactividad, frío y hielo.


Conforme las criaturas del Demiurgo, su Chispa Crística, van despertando, se va tomando conciencia de la lamentable situación en la que se encuentra el Universo. A ese Proceso se lo denomina de múltiples formas, iluminación, iniciación, ascensión, escalar un Grado más elevado de conciencia, transmutación o transfiguración.


Cuando se despierta a la verdadera Luz, cobran su sentido esas palabras del Libro de Eclesiastés “Vanidad de vanidades, todo es Vanidad”, porque el afán de los seres humanos es vivir cuanto más mejor, intentar ser eternamente felices mediante la irreflexión (convertirse en tontos ignorantes), crear una gran familia que pueda heredar el Legado heredado y conseguido con el fin de mantener una estirpe familiar, una Casta, que se dedique a sobrevivir, familiarmente hablando, por los siglos de los siglos y hasta el fin de los tiempos; pero que, en realidad, solo sirven a los arcontes. 


Efectivamente, todo ello significa cumplir con el mandato de Autades-Jehová, el Falso Demiurgo, que dejó dicho aquello de Creced y Multiplicaos y convertíos en más numerosos que la arena del mar o que las luminarias del Cielo.


Pero todo ello, solo sirve para aumentar el tiempo de agonía del Espíritu del Demiurgo, ahora apresado en su propia Creación, nosotros, y sin poder hacer nada para evitarlo, en tanto que sus arcontes lo han traicionado manteniéndolo en un permanente sueño del que le está siendo, casi, imposible el despertar.


Aún así, la propia programación de las criaturas creadas, también del Ser Humano, de forma automática se dirigen a abrir ese desagüe o aliviadero que supone la tecnología punta, para que muy a pesar de los arcontes, se abra esa ventana hacia nuestro Mundo Gemelo de Antimateria; sí, porque nuestro Universo se mantiene tangible gracias a la existencia de otro universo idéntico; pero donde todo, absolutamente todo, funciona a la inversa. Es el Universo del Positrón y del Antiprotón; el Universo de la Antimateria que se expande en modo inverso a como lo hace el nuestro de materia.


Solo cuando los dos universos se unifiquen; es decir, se aniquilen mutuamente, es que el Demiurgo despertará y se transformará en un Nuevo Ser, el “Adam Kadmón” de los Cabalistas.


Y para ello se requiere que todo, previamente, sea destruido, no que permanezca rutinario e inamovible, como desearían nuestros ecologistas apelando a su  sentimentalismo paternal.


Es por dicha razón que los gnósticos, al menos los más despiertos, rechazan las relaciones sexuales dirigidas a la procreación, en tanto que ésta favorece la fragmentación del Demiurgo y lo que hay que hacer es justo todo lo contrario.


El problema con el que se encuentran los eones es la barrera infranqueable del Libre Albedrío; dicho de otro modo, tienen prohibido intervenir de forma directa en nuestros asuntos; así, solo se nos entregan pequeñas pistas para que, de forma indirecta, los habitantes de éste Mundo despertemos y demos paso a Cristo, nuestro Espíritu, Maestro y Ángel Guardián.


De cualquier forma, el plan de los arcontes de mantener activo éste Universo haciéndolo crecer y plegarse sobre sí mismo tiene los días contados, en tanto que, esa seudo eternidad artificial que buscan los arcontes, manteniendo el Universo activado cuando ya tendría que haber sido cancelado, nada puede hacer contra la verdadera e Infinita Eternidad del Pleroma.


Supongo que, al principio, te costará aceptar ésta verdad; pero lo importante es que hayas recibido su Mensaje, pues con el tiempo la aceptarás, pues la Verdad vive dentro de tí y la reconocerás llegado el momento adecuado. Ya sea ahora o cuando llegue la bajada del Telón que supone la Función Cósmica del Mundo de los Efectos y de su Vida Ilusoria.


Frater Toni (Hermano Lego R+C)