Mitomanía y rosacrucismo
“Mitomanía y Rosacrucismo”
-Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.-
(Juan Capítulo 8: versículos 31 y 32)
Una Persona adulta, madura y medianamente formada, cada vez menos, debería de saber diferenciar la Verdad de la mentira y lo real de lo falso.
Está bien que creadores de contenido o escritores de novelas ficticias como Edward Bulwerd Litton, escritor de Zanoni y Los Últimos Días de Pompeya, se otorguen ciertas licencias literarias para darle más atractivo a sus obras.
Así, y de otros muchos autores, han surgido los mitos que hoy se conocen acerca de la muy misteriosa Rosacruz y aún más misteriosos rosacruces, a los que se les supone, en algunos ambientes crédulos, vivir eternamente desde la noche de los tiempos, desde la antigua Atlántida, realizar fabulosos milagros curativos y convertir el grosero plomo en resplandeciente oro.
Basados en esos mitos inventados para el disfrute del público lector y aprovechando la ingenua credulidad de demasiados, es que algunos mitómanos, creadores de constructos mentirosos, han ido creando una fábula inmensa y fantasiosa, a partir de una humilde y no demasiado conocida realidad.
Así podemos encontrar poderosos chiringuitos, cuya piedra filosofal consiste en recaudar el dinero de los incautos que a ellos se afilian, ofreciendo poco menos que superpoderes relacionados con él Ocultismo y que la Parapsicología se ha dedicado a desmentir hasta llegar a perder, ésta Disciplina, todo su sentido, al convertirse más que en una disciplina de estudio e investigación de algo extraño pero existente, en una mera catalogación de puras entelequias.
No vamos a entrar hoy en éste debate que dejaremos para más adelante; pero sí podemos apuntar que, casi todas las manifestaciones psíquicas son producto de una autohipnosis involuntaria; es decir, autosugestión con la cual, nuestra Poderosa Mente, puede crear ilusiones, engaños y autoengaños, de todo tipo.
Otra cosa, muy distinta, es la Clarividencia que se obtiene tras un profundo trabajo interior en busca de nuestro verdadero Yo; pero el resultado de esa búsqueda, invariablemente, son manifestaciones internas, como acceso a los registros de la Memoria de la Naturaleza, que nada tienen que ver con algún tipo de externalización; en tanto que existe una barrera infranqueable entre el Mundo Psíquico de la Verdad y el Mundo de las manifestaciones de la ilusoria realidad.
Esas manifestaciones de nuestra conciencia engañada, mediante la sugestión inducida de los falsos magos o médiums, tiene más que ver con el mentalismo y el ilusionismo que con la experimentación científica de un mundo Invisible, cercano al nuestro, y al que podríamos acceder alcanzando poderes paranormales.
Todo ello, en el fondo, tiene mucho que ver con el Cuento o Fábula del fastuoso Traje del Emperador que solo los tontos, decían, eran incapaces de observar, viendo al Rey en pelota picada. Así, nadie reconocía ver al Rey desnudo para no parecer tonto ante los demás. Eso se llama engaño y es lo que hacen los mitómanos, convertidos en mentirosos compulsivos que, incluso, terminan creyendo sus propias fábulas inventadas.
Ese es nuestro problema como divulgador de la Verdad, acerca de la Rosacruz, que los escépticos ni se nos acercan creyendo que van a ver en nuestro trabajo más de lo mismo; es decir, pura mitomanía y engaño, mientras que los otros, los crédulos buscadores de grandes y legendarias historias, salen espantados al observar que, en realidad, nos dedicamos a desmontar sus suposiciones sin fundamento, sus ilusiones y falsas esperanzas.
Caray, la lógica no es suficiente para alejarnos de los embustes creados por los mitómanos que solo pretenden vivir, nunca mejor dicho, del cuento; sino que debemos de cultivar la paciencia y reflexionar para que nuestra infalible intuición nos indique la posible validez o no de una Historia y así, llegar a la conclusión de que nos encontramos ante una hipótesis con posibles visos de veracidad o ante, que me perdonen los asiáticos, un Cuento Chino.
Nosotros no predicamos que se nos crea. Quienes nos conocen saben que siempre impelimos, respecto de nuestra investigación, a la duda de cada cual; que el escepticismo, bien entendido, es una fruta comestible y que se debe de disfrutar y compartir. Creerse todo lo que nos cuentan lleva a la más supina ignorancia y al fanatismo más intransigente.
Sabemos que con nuestra conducta atraeremos a pocos amigos; 6, 10, 12 o 20 a lo sumo, de entre la miríada de interesados en los temas misteriosos y ocultos. Aquí no encontrarán, estos últimos, las maravillas que se encuentran en los cuentos de hadas; pero sí aquellas que suceden en los planos internos y que conforman un Mundo más real y verídico que el que pisamos con nuestros pies y respiramos con nuestras fosas nasales.
Estamos contentos de tener esos menos de veinte seguidores mencionados, porque lo que no buscamos es que un enjambre de crédulos revoloteen a nuestro alrededor reverenciándonos, poco menos, que como a un Profeta para que, al final, terminen decepcionados, dado que esa imagen se la pre fabricaron ellos mismos, en su Mente, por un proceso simple de autosugestión.
Un buscador de la Verdad huye de toda parafernalia fantástica, pues la Gnosis de la verdadera Rosacruz es Conocimiento y no fantasiosa especulación.
Una cosa es que hablemos de los mundos internos, donde suceden cosas que no suceden en el Mundo de nuestra realidad y otra, muy distinta, que intentemos traerlo, como una realidad, aquí. Ahí es donde fallan todos los mitómanos porque su única guía es la Ignorancia de lo que verdaderamente es de aquí y lo que es de allá, lo que es verdad en un Plano de Existencia y no lo es en el otro y viceversa.
No todo vale y nosotros queremos a nuestro lado a gente que no se crea todo lo que le cuentan sino que ponga en duda hasta lo más lógico y creíble porque, como hemos dicho, con solo la lógica podemos llegar a conclusiones completamente falsas y alejadas de cualquier Ley natural, las entelequias.
Pudieran ser verdad en otros lugares; pero no aquí, como nuestras realidades tampoco son transportables a esos otros mundos invisibles.
Sé que nos contarán que ustedes han sido testigos de haber visto aparecer cosas de una aparente nada; pero eso también lo hacen los ilusionistas. Sé que me dirán haber sido testigos de videncias de su pasado o acontecimientos de gente conocida; pero eso también lo hacen los mentalistas y ¿Saben una cosa?, investiguen a esos mitómanos que intentan venderles la moto, porque casi siempre son gentes surgidas del mentalismo y del ilusionismo; pero que han visto que pueden ganar más dinero engañando a la gente que entreteniéndola en espectáculos circenses, en tanto que no eran buenos en lo que hacían.
De verdad, que siento desilusionarlos; pero la Verdad es la Verdad y ésta, mis amigos, no tiene precio.
Frater Toni (Hermano Lego R+C)