Celibato VS Orgasmo Seco

 “Celibato VS Orgasmo Seco”


-Cualquier cosa menos traer nuevos niños y niñas al Infierno de éste Mundo- 


Con ésta reflexión, en extremo personal, no queremos obligar o influenciar en nadie, con el fin de que no procreen; pero sí entendemos la importancia de conocer el punto de vista gnóstico en éste asunto.


Ya sabemos que los niños no nacen de un Espíritu, previo individual; pero sí de la fragmentación de la suma de los espíritus de sus progenitores, que, a su vez, como pasara con éstos, se individualizan para formar nuevas almas que desarrollen su Personalidad individual. Dicho con mayor claridad, cada vez que nace un nuevo Ser, el Espíritu primigenio del Creador se fragmenta, se divide más y más.


Este hecho de la fragmentación contínua y permanente, en éste Mundo del Creador, es lo que las religiones conocen como “Pecado Original”. Sí, el fruto del Pecado Original no es el sexo, el medio, en sí, sino el hecho de procrear y traer nuevas almas al Mundo, el resultado o “Fruto”; en tanto que tal cosa es consecuencia de la fragmentación del Espíritu Único del Creador.


El Celibato suele ser la práctica más común entre los sacerdotes, monjes y monjas de las diferentes congregaciones religiosas; pero el Celibato conlleva consecuencias psicológicas graves, que pueden deteriorar no sólo a nuestra Mente sino también a nuestro organismo físico.


Realizar el Voto del Celibato puede resultar simple y achacarse a una profunda vocación de servicio a Dios; pero, el sexo es un deseo imposible de apagar, como un fuego permanente, y que siempre se encontrará acechando, como rescoldos encendidos, en los rincones más insospechados de la Mente; es decir, de no romperse el Celibato, la voz de su presencia permanecerá, como un martirio, acosando a aquel o aquella que haya realizado dichos votos de continencia sexual prolongada en el Tiempo y para siempre, en caso de que dichos votos no sean rotos.


Romper el voto del Celibato es causa de incumplimiento de la Palabra dada, e independientemente de que se trate o no de “pecado”, a nivel doctrinal religioso, lo cierto es que es el Germen principal de la hipocresía, la terrible y asesina Mentira, cuando dicho incumplimiento se oculta a los demás.


Tomar los votos del Celibato es lo mismo que aceptar al Diablo como compañero para toda la Vida. No decimos, en modo alguno, que no haya personas capaces de lidiar con tan poderosa tentación; pero estamos seguros de que la gran mayoría no serán capaces de soportarlo, independientemente de que, para todos, sea una suerte de suplicio espiritual, una permanente y constante tortura mental.


Así las cosas, respetando el libre albedrío de cada cual, consideramos mucho más sensato no tentar al diablo tomando los votos del Celibato y sí, por el contrario, tomar las medidas pertinentes para que la realización del coito no conlleve a la gestación de un nuevo Ser, si no fuese deseado. Los medios están ahí, nunca en la Historia de la Humanidad han estado tan al alcance de todo el Mundo: Métodos anticonceptivos de barrera como los preservativos, pastillas e inyecciones anticonceptivas químicas y hormonales, vasectomía, ligadura de trompas, en un nivel quirúrgico. 


En la antigüedad, básicamente, solo existían las barreras físicas, el coitus interruptus, salirse de la vagina antes de eyacular, y el denominado como Orgasmo Seco; es decir, entrenar el Organismo del Varón para no eyacular o, al menos, hacerlo a voluntad independientemente de llegado el Clímax Sexual, con su orgasmo correspondiente.


El coitus interruptus es algo tan grosero y burdo que termina defraudando a ambos miembros de la pareja; en tanto que corta de forma abrupta el proceso del Coito. Es por ello, aunque requiera de la ayuda de algún profesional y de un largo entrenamiento previo, que es preferible seguir la vía de completar el proceso del Coito; pero sin que se produzca la eyaculación del semen en el interior de la vagina.


Repetimos, el considerar el sexo como algo feo y sucio es un mero condicionamiento social provocado por la Religión y los intereses del Gobierno de turno; siendo un lastre cultural, más que moral, que debemos desterrar de nuestras mentes y de nuestras vidas. Según la Gnósis, la práctica del Sexo no es el problema sino sus consecuencias; es decir, la concepción de nuevos seres, en tanto que, repetimos, promueve la fragmentación del Espíritu del Creador. 


La única forma que existe de frenar el Pecado Original es impedir la concepción de forma libre y consciente; es decir, sin que sea forzada por decisiones externas de terceros, religiones o gobiernos.


En éste sentido, todos los varones occidentales, asumiendo éste hecho, deberíamos de aprender correctamente el Método del Orgasmo Seco y si, no hay modo por desidia o algún otro tipo de dificultad, proceder a la irreversible vasectomía, siempre más simple y no tan traumática como la ligadura de trompas en la Mujer.


Una vez libre, la Pareja, de los miedos que pudiera provocar la idea de un embarazo no deseado, el sexo queda a su disposición como un medio más de adquirír placer físico o, mejor aún, de conseguir un verdadero progreso espiritual. 


El Gnóstico no busca lo primero; de hecho lo descarta, pero sí lo segundo, entregándose en sacrificio mutuo para con su pareja sin esperar compensación alguna a cambio. Una cosa es que no se espere y otra que no se vaya a tener, en tanto que ambos miembros de la Pareja, tendrán, seguro, la misma motivación de dar sin recibir.


Tradicionalmente, por conceptos moralmente equivocados, se ha tratado el Tema del Sexo, desde un punto de vista gnóstico, como un asunto exclusivo de las parejas heterosexuales y donde los partícipes suelen ser un Hombre y una Mujer, unidos por el “Santo” Matrimonio. En realidad se trata, una vez más, de otra convención social impuesta por el Hombre y no por Dios.


Por lo tanto, el Tema de la sexualidad como medio para alcanzar el Éxtasis Espiritual utilizando la herramienta del Clímax orgásmico, queda a la libre decisión de los individuos implicados, sin forzado o coacción alguna, lo cual supondría una violación o atentado contra la libertad individual de cada quien, el Sagrado “Libre Albedrío”.


Así, podemos resumir ésta reflexión en los siguientes dos puntos:


1.- Intentar evitar traer nuevos seres a éste Mundo; pero no eliminando al Ser concebido, sino procurando que la concepción no se produzca. Si ésta, accidentalmente se produce, lo apropiado es que finalice de forma adecuada, en tanto que si se aborta la gestación, el Espíritu fragmentado ya no posee un Cuerpo en el que nacer y tendrá que aferrarse, como una garrapata, al Padre, hasta que consiga una nueva oportunidad de concepción, gestación y nacimiento. Los medios para evitar la concepción son los anticonceptivos, ya sean de barrera o químicos y hormonales, los de evitar la eyaculación en la vagina, Coitus Interruptus y el Orgasmo Seco y, por último los más traumáticos, los quirúrgicos, vasectomía o ligadura de trompas.


Y


2.- Utilizar el Sexo, sin miedo ni cohersión, como la mejor y más completa herramienta para el Crecimiento Espiritual, en tanto que se utiliza el Clímax del Orgasmo sincronizado, en “pareja”, en “Grupo” o en “solitario”, (dependiendo del entorno cultural o apertura a nueva experiencias) para alcanzar un éxtasis, muy difícil de hacerlo mediante los simples procesos de meditación y autohipnosis. 


Solo algunas consideraciones más para dejar claro que hay dos dificultades que todos debemos de sortear por bien del Espíritu de nuestro Ser Interno: Intentar no caer en el Pecado Original de la Procreación, Evitar Ser cómplice de cualquier tipo de homicidio, ya sea de un individuo ya gestado o en estado de concepción, porque estaríamos privando a su Ser Espiritual de su Cuerpo de Manifestación (hablamos del aborto) y tercero y último, consideramos que lo más importante, es no caer en la trampa del Pecado Imperdonable contra el Espíritu Santo; es decir, no caer en la tentación del suicidio, pues nuestras experiencias y la conciencia de nuestra Alma se perderían y retrasaríamos el progreso, en éste Mundo, de nuestro verdadero Ser espiritual.


Para terminar con éste Asunto, repetimos que el Sexo no debe de utilizarse como un medio de adquirir placer personal a costa de la otra Persona; sino como medio de progreso espiritual, en común, activando y encendiendo las diferentes glándulas endocrinas, chakras en Oriente, y que se corresponden con los puntos de acceso a los siete cuerpos del Hombre y, por lo tanto, a los planos de existencia de cuya Esencia etérica se nutren, permitiendo así que la energía del Sacro fluya elevándose, como una sinuosa serpiente, hasta nuestra coronilla y traspasando nuestra percepción mundana hasta los planos más elevados del Espíritu.


Si encuentras dificultad con tu pareja, de tenerla, para practicar el Sexo Gnóstico, no te obsesiones, sigue tu vida sin forzar a tu pareja y, sobre todo, ni le mientas ni la traiciones. El Sexo solo es un medio más no el Objetivo final. Si no la tuvieses y la estás buscando, procura que la elegida sea consecuente con tus intereses espirituales; dicho de otro modo, que estéis dispuestos a compartir un mismo Camino y no te dejes llevar por el mero atractivo sexual o por intereses comunes de carácter profano. 


“El Amor es la única Ley, Amor bajo la Voluntad del Ser”  


Frater Toni; Estudiante, Hermano Lego R+C de la Fraternidad de la Rosa ruz