Elohim y Cristo

 “Elohim y Cristo”


-¿Existe alguna relación entre el Creador y el Dios que mora en nuestro interior?- 


Ya hemos visto lo poco que podemos vislumbrar acerca del Creador, el Demiurgo, en el Génesis. Ahora nos centraremos en el Nuevo Testamento y en ningún otro sitio mejor que en su Libro más místico y amado tanto por cristianos como por masones, al menos los escoceses, el Evangelio de Juan.


“En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, habría sido hecho.  En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz en las tinieblas resplandece (Luz interior Tenebris), y las tinieblas no prevalecieron contra ella.”

(Juan 1:1-5)


Todos los cristianos sabemos que Juan, en estos cinco primeros versículos de su Libro se está refiriendo a Cristo y si somos un poco avispados, aunque no lo nombra con su nombre genérico judío, podemos vislumbrar que el trabajo realizado por Cristo, el Verbo, es exactamente el mismo Trabajo que realizara el Demiurgo; es decir, Elohim durante la Creación del Mundo. 


De aquí podemos sonsacar que Elohim y Cristo son lo mismo, aunque deberemos matizar unos pocos conceptos.


Según la Teología Cristiana, de carácter trinitario, Elohim Jehovah sería el Padre y Elohim Cristo sería el Hijo; pero ya vimos cómo Jehová no es algún Dios sino un Arconte impostor que no merece el Título de Señor que se le concede por sus creyentes. En realidad a Jehovah, recuerden que es un Nombre Propio, no se lo menciona ni una sola vez en los libros sinópticos que forman el Nuevo Testamento, ni una sola vez; y en los libros gnósticos queda bien retratado, con el nombre de Yaldabaoth, como el Arconte que es.


En realidad, cuando Jesús, retrato público de Cristo ante los hombres, se refiere a su Padre amoroso, se está refiriendo al Dios Incognoscible y que no es otra cosa que el Pleroma, Principio de donde emana todo y de donde emanó, primero, como Eón, la Madre Sophía y después, como Voluntad, el Demiurgo Creador.


A ver, entonces ¿Elohim, el Demiurgo y Cristo son la misma Entidad? Aquí es donde tenemos que mostrar los matices que dominan en tales personajes. En el Pasaje de Juan, evidentemente se está refiriendo al Creador del Universo, el Elohim Demiurgo; pero con la clara intención de identificar dicha Figura con el Cristo portado por Jesús de Nazaret y que todos poseemos, en potencia, dentro de nuestro interior. 


Elohim-Demiurgo, el Creador del Universo, no el Dios Padre del Cristianismo, es una Entidad divina emanada del Eón Sophia y que al acabar su proceso Creador de los seis días cósmicos, se une a su Obra para proporcionarle un Alma Cósmica; es decir, Voluntad, Movimiento, Vída, Emoción e Inteligencia.


Así la Figura del Creador, Elohím, el Verbo, queda fragmentado en una inmensidad de entidades primordiales.


Así podríamos decir, estando completamente equivocados, que en el Universo existen un casi infinito número de cristos; pero Cristo como el Elohim Demiurgo solo existe uno en el Pleroma, fuera del Espacio Tiempo; pero cuyo reflejo se observa fragmentado desde una perspectiva del Mundo Espacio Temporal. 


No, solo hay un único Cristo del mismo modo que solo existe un único Demiurgo Creador, siendo ambos una misma cosa desde un punto de vista holístico. La Verdad es que Entidad Crística solo hay una; pero la percepción, desde nuestro punto de vista, es muy numerosa.


En realidad, el Espíritu del Demiurgo no ha dejado de fragmentarse, hasta hoy, desde que comenzara el Proceso Creador; pero esas células holográficas que se encuentran en todos, no toma el nombre de Cristo hasta que se torne consciente de su Estado en la Materia; es decir, cuando Cristo nace o toma consciencia en la materia que lo contiene.


Por lo tanto, ya determinamos la diferencia principal; en tanto que los fragmentos del Demiurgo; del Verbo, se encuentran en todas partes; pero no alcanzan la dignidad de Cristo, hasta que la Personalidad consciente puede, mediante sintonización, despertarla y es entonces, solo entonces, cuando toma el Título de Cristo, el Hijo de Dios. Y no es que haya, individualmente, un Cristo diferenciado en el corazón de cada Hombre,  niños o Mujer, sino que Cristo que, en el Pleroma, es indiferenciable del Elohím Creador del Génesis, su reflejo en la materia pareciera que se encuentran dividido; pero holísticamente es Uno, con una única Conciencia. 


Cristo siempre es Uno, aunque viva en cientos de miles de millones de corazones al mismo tiempo como Maestro, Señor y Ángel Guardián.


Creemos haber sacado a la luz la identidad del Cristo, en cuanto un estadio intermedio, dentro de la Creación, entre el Elohim Demiurgo, la Voluntad de Sophía, y el definitivo Hombre Cósmico que regrese al Pleroma cuando la Creación colapse.


La Creación, utilizando un símil vendría a ser una bañera de cuyo grifo está saliendo, continuamente, agua. La bañera siempre está llena y nunca desborda, pues ésta crece de tamaño conforme va saliendo más agua. 


La Bañera sería el Espacio Tiempo, la burbuja creada en el interior del Eón Sophía, lo que no es otra cosa que en el propio Pleroma. El agua que aumenta de volumen no es otra cosa que la materia que surge del Grifo y que no es otra cosa que el vacío cuántico cargado de Éter del Pleroma. Pues bien, lo que permite que el agua salga permanentemente y que la bañera del Universo crezca sin límite es el propio cuerpo infinito y eterno del Creador; es decir, la bañera del Cosmos podría estar llenándose, de forma indefinida, por toda la Eternidad hasta que la bañera se hiciera tan infinita como el propio Eón Sophía primero y como el propio Pleroma después.


Creo que me habéis entendido bien, el Mundo viene a ser una anomalía que se comporta, dentro del Pleroma, como un cáncer; pero ¿Cómo extirparlo? Fácil abriendo el tapón de la bañera para que ésta desagüe; pero, ¿Cómo se hace esto?


Bien, hemos llegado al meollo de la cuestión, en tanto que esa es la misión fundamental de la Conciencia Crística en el Hombre y otros posibles seres conscientes del Universo. Nuestra limitada y humilde Ciencia, como supongo que sucederá, a diferentes niveles, en otros lugares del Universo está dedicada a la Investigación Científica de altos vuelos a nivel de Materia Cuántica. En la actualidad, esa investigación se divide en dos vectores, uno mediante los costosos y gigantescos aceleradores de partículas, con los que se intenta comprender el Universo y, por otro, los intentos de descubrir la fusión nuclear. 


Destapar el tapón de la bañera de nuestro Universo supondría, por un lado, mediante los colisionadores de hadrones abrir un portal de antimateria que hiciera colapsar nuestro Universo y, por el otro, crear una suerte de agujero de gusano que comunicara nuestro Universo con su fuente, el Pleroma. En ambos casos esto supondría frenar el llenado de la bañera, primero, y su progresivo desagüe después; es decir su colapso definitivo y regreso al Pleroma.


Oiga, y, en el sentido que usted habla ¿El ecologismo estaría entorpeciendo el final del Universo? No, eso es lo que, de forma inconsciente, movidos por los arcontes se intenta; pero la Conciencia Crística, mediante el progresivo despertar masivo lo impedirá; pero cierto ecologismo, en tanto que freno, es bueno pues imaginemos que todo el Mundo tirase en dirección de destruir el Mundo; con mucha probabilidad, en ese intento, nos destruiríamos, primero, nosotros mismos como Especie, lo que supondría la Pérdida para el Creador, de una Herramienta fundamental para poder acabar con éste maldito experimento que cada vez se parece más a lo que podría ser un infierno y esa herramienta no es otra que la Conciencia del Hombre que es Crística y que, no es otra cosa que la propia Conciencia del Elohim Creador.


Frater Toni (Hermano Lego R+C)