Apología del exhibicionismo

 “Apología del Nudismo y Exhibicionismo”


-De Pornografía, Sodomía y Bisexualidad-


Nada más nacer, a todos, nos cortan las alas y vivimos unas vidas artificiales e inventadas por los arcontes que gobiernan el Mundo. A todo la gente, interiormente, le gusta o ha soñado con el Sexo Anal; pero, enseguida es borrado de su Mente como algo grotesco, maldito y perverso. Vivimos en una pura hipocresía hasta que, una vez hemos sido verdaderamente iniciados, por Cristo, nuestro Maestro Interior, nos surge la necesidad de ofrecer testimonio de nuestro verdadero Ser sin ambigüedades ni medias tintas. 


Un Ser que tiene a bien mostrarnos los parabienes del sexo, especialmente el correspondiente a la puerta trasera, y que mostrarlo, públicamente, es una necesidad para romper barreras y remover los prejuicios que nos han injertado mediante el acondicionamiento social y religioso, que no educación, escolar.


Llevamos practicando el sexo anal, generalmente en solitario, desde que tenemos uso de razón. Hemos intentado ofrecernos alguna explicación; pero, me temo que no terminan de ser muy convincentes; como que de niño, nuestra madre, a causa del estreñimiento, nos introducía un tallito de perejil mojado en aceite de oliva o que los supositorios eran el medicamento recetado por nuestro médico de cabecera para aliviar tal cosa. Con el tiempo, según iba creciendo, debido a problemas gástricos, recibí varios enemas y, oiga, eso no me disgustó nada en absoluto; además de los lavados de recto con la clásica pera de goma. Ya, lo que colmó el vaso del placer rectal fue la exploración médica del colon mediante laparoscopia, para ser exactos rectoscopia, y, ojo, sin anestesia. No sé; pero a mí, todas esas prácticas consentidas por la Ciencia Médica no eran suficientes para suplir mi rica curiosidad y utilicé los más diversos objetos caseros para estimular nuestro ano hasta acercarnos hasta el clímax del orgasmo. No sé, que yo recuerde, los envases de cristal o aluminio de los puros habanos que recibía mi Padre en las bodas familiares, cepillos de dientes, mangos de cepillos para el pelo, zanahorias, plátanos, calabacines y pepinos; no os voy a engañar que también cayó, en nuestro ano, alguna que otra salchicha de buen tamaño y que, generalmente, acababan en el cubo de la basura, como es natural.


Pero como la mayoría de la Población, siempre escondimos nuestras inclinaciones anales, excepto a nuestras esposas que si hablaran, la tierra estallaría y el cielo se fragmentaría en mil pedazos. Bueno, recuerdo que en una ocasión, de muy niño, íbamos mi amigo Jesús y yo, perdidos en la penumbra de una noche cerrada, a enseñarnos nuestros mutuos penes; pero la llamada de una de nuestras madres impidió el encuentro. El jugar a los médicos había sido habitual entre yo, mi hermana y vecinitas. Os recuerdo que éramos muy niños aunque, generalmente, no iba más allá de algún inocente y curioso tocamiento.


Entre tanto, practicamos el Exhibicionismo con nuestras vecinitas asomándonos por el muro del patio enseñándoles nuestro pene erecto. Siendo la cosa así, lo fácil hubiera sido que hubiésemos caído en la práctica de la homesuxualidad; pero os voy a ser sincero, jamás, a día de hoy, nos ha penetrado un hombre, aunque sí nuestras parejas con algunos dildos que, lamentablemente no conservo; pero que buscaré en Internet para, sí los encontramos, compartirlo con vosotros, mis amigos y amigas.


Lo cierto es que si ese acto no se ha dado fue por el miedo, dado el convencionalismo social y porque en aquella época yo estaba dentro de la Iglesia Evangélica. Os hablo de cuando tenía justo diecisiete años y trabajaba de aprendiz de electricista. Me mandaron a una Obra por Diego de León, recuerdo, en Madrid y en un momento que el Oficial tuvo que ausentarse, dos escayolistas que había en la Obra me ofrecieron follar con ellos a lo que, abrumado, lo rechacé, pidiendo al Jefe de Personal de mi Empresa que me trasladara de Obra, pues el acoso que estaba sufriendo era insoportable. No es que me arrepienta; pero habría sido interesante experimentar lo que se siente tener un pene metido, hasta el fondo, del ano. En definitiva, el condicionamiento religioso y sus prejuicios evitaron que tuviese dicha experiencia. No sé, pensaba que, de hacerlo, terminaría en el infierno o que podría terminar gustándome demasiado y perder nuestra Alma. Que equivocado estaba, pues es justo todo lo contrario. 


El despertar anal supone, casi siempre, un despertar espiritual y te llena de un sentimiento de Libertad inenarrable, como si te hubiese quitado un terrible peso de encima.


Tanto el sexo extremo, incluido el sexo anal como la exhibición de nuestro Cuerpo desnudo siempre han supuesto una Asignatura pendiente de rebelión contra un Sistema opresor que mantiene nuestra Alma encarcelada tras los barrotes de los prejuicios religiosos más que culturales.


Quizá, algunos, a lo que estamos realizando lo llaméis salir del armario; pero yo lo llamaría, mejor, liberarnos y, la verdad, esa sensación, a pesar de las posibles consecuencias sociales, no sé, que la mayoría deje de hablarnos, os la deseo a todos vosotros y vosotras; dado que esa liberación absoluta, el no mantener ni un solo secreto, es una de las claves más importantes para poder ser, verdaderamente, iniciado y el sentimiento es fascinante.


Eso solo sucede entre amantes; pero también entre maestros externos, gurús, y sus discípulos, pues los primeros tienen el deber de enseñar el sexo anal a los segundos y éstos la santa obligación de empotrar a sus maestros con sus poderosas y frescas vergas. En realidad, ese es el mejor pago que puede recibir un Maestro de su Pupilo. Así sucedió en casos como el de Leonardo D’ Vinci, aunque debido al convencionalismo y a las terribles penas de la Iglesia y de sus Estados títere, sacar esas cosas a la luz era poco menos que imposible, bajo pena de excomunión y muerte en la hoguera. Solo tiempo más tarde, autores literarios se atrevieron a ensalzar el sexo, las prácticas sadomasoquistas y, por supuesto, el sexo anal, el Marqués de Sade en Justine, por ejemplo, y Frank Miller, más recientemente, en sus conocidos Trópicos. Autores que, aunque reconocidos, son malditos para el Mundo de la Religión y sus, valga la redundancia, correligionarios con sus mentes bien lavadas y blanqueadas.


Ahora bien, tanto el Sexo como el Exhibicionismo tienen una frontera que ningún Iniciado verdadero debe de traspasar, la Pornografía y la Prostitución; pero, me diréis que diferencia existe entre el sexo en libertad y el mostrarlo públicamente con la Prostitución y la Pornografía; pues que tanto la Prostitución como la Pornografía poseen un trasfondo económico; es decir, se dan, generalmente, a cambio de dinero, ya sea de forma directa o indirecta. Hemos dicho en varias ocasiones que lo espiritual no puede convertirse en moneda de cambio y el sexo, en todas sus facetas, para todo Iniciado que se precie es de Naturaleza Espiritual. Evidentemente, si se prostituye mediante intercambio económico, automáticamente, deja de serlo.


Internet está repleto de gente, especialmente jovencitos y jovencitas, lo cual alabo y me reconforta por su valentía, que muestran públicamente su actividad sexual con el mayor desparpajo. Lo lamentable del asunto, es que generalmente lo toman como una suerte de Trabajo para sacarse unas perrillas mediante propinas o monetización de las plataformas. Aunque me consta que también existen esos valientes anónimos, con su espíritu anarquista, que muestran sus cuerpos y sexualidad por simple Amor a sus hermanos humanos, el placer de exhibir el propio cuerpo y demostrar que la Sociedad no ha sido capaz de colocarle sus apretados y duros grilletes que pudiera impedirles expresarse públicamente y en libertad.


Está es una confesión de nuestra cobardía superada y que se hará pública solo para los fratres y sorores que nosotros determinemos que pudieran ser merecedores de éste Conocimiento y que, los profanos y la mayoría de, supuestos, iniciados tomarán como piedra de escándalo en el peor de los casos o como sorna y burla que señalaría a un individuo, nosotros, que ha perdido absolutamente, la cabeza; es decir, un loco.


¿Por qué ahora y no antes? Ya lo hemos dicho, por miedo y cobardía. Lo cual hace que me sienta muy orgulloso de esos valientes a los que les importa un pepino lo qué pudieran decir sus semejantes.


Creo que ya nos encontramos muy cercanos a nuestra partida y no queremos dejar secretos con los que pudieran, especial nuestros enemigos o lo que es peor, nuestros enemigos juzgar nuestra Memoria. No vamos a dejarlo fácil, pues en éste Grado vais a conocer todos nuestros más íntimos secretos, sin dejar nada a vuestra fértil imaginación. 


Evidentemente contaremos nuestros secretos, jamás el de nuestros amigos, amantes o conocidos. Si lo desean, que sean ellos o ellas quienes relaten sus aventuras. Algo que, por otro lado, será exigible para todo aquel que desee pertenecer a nuestro Grado Cero, “El Pleroma” y donde se irán desvelando hasta los más íntimos secretos de la Iniciación Sexual, especialmente la “Anal”. De hecho, existen tres requisitos, imprescindibles, para pertenecer a éste Grupo selecto, “ser íntimo del Frater (Hermano Lego) R+C Tony, desvelar los propios secretos públicamente, dentro del Grupo, y sobre todo lo demás guardar el más absoluto silencio con el exterior de nuestra Sagrada Fraternidad Rosacruz (El Pleroma); es decir, saber guardar el Secreto. 


Desde luego podéis exponernos, además de vuestros secretos íntimos, vuestras preguntas. Esas que jamás os habéis atrevido a hacer a vuestros padres o profesores.


Y, bueno, eso es todo por hoy. Cómo estaréis viendo, la divulgación de nuestra intimidad no es algo solo literario sino gráfico, gracias a la cantidad de imágenes explícitas que os iré regalando. 


Desde luego, vosotros haciendo gala de vuestra valentía y falta de prejuicios, estáis invitados a hacer lo propio y esa es la razón por la que no podemos admitir, en modo alguno, estudiantes menores de edad, sino solo gente preparada para ser libre a todos los niveles tanto en lo espiritual como en lo corporal, porque en “El Pleroma”, lo verdadero, es imposible de ocultar o que pudiesen existir secretos.


Recordad de ésta Lección-Testimonio, lo más importante: Todos, hombres y mujeres, somos bisexuales. No existen ni la Heterosexualidad ni la Homosexualidad, siendo estas denominaciones sociales meros convencionalismos para catalogar por el Sistema a las Personas. Cada uno es libre de utilizar su Cuerpo tanto para su disfrute como para adquirir el Conocimiento Espiritual y eso solo se consigue con la práctica. Aprended de nuestros errores para que vosotros no los cometáis y recordad que el Amor es una Verdad Universal que estamos, como iniciados, obligados a compartir con nuestros semejantes. 


En próximos episodios desmentiremos lo pecaminoso de la Sodomía si ésta no se encuentra motivada por el enriquecimiento económico sino por un afán de mostrarse al Mundo tal y como somos sin hipocresías ni dobleces.


Frater Hermano Lego Tony R+C