El Convenio Social
“El Convenio Social”
-Todo es una Mentira consensuada-
Antes que nada quisiera aclarar que el Pleroma no es un lugar concreto, en tanto que lo abarca todo, es el Yo Soy incognoscible y al que nadie puede nombrar; en tanto que, es anterior a todo nombre y anterior a sí mismo, en tanto que es Eterno sin origen, Infinito sin final y, por lo tanto, aunque en continúa mutación, Inmortal.
El Pleroma, mi Querido Amigo eres tú; pero también lo soy yo y lo somos todos y todo, incluso aquello que nos rodea o parece que no nos rodea como es el caso del aire o del supuesto vacío del Espacio.
No se trata de que seamos parte del Pleroma, sino que somos el mismo Pleroma en algunas de sus infinitas manifestaciones. El Pleroma alberga una infinidad de universos y todos ellos, en su supuesta individualidad, son el Pleroma.
El Pleroma conoce, porque es omnisciente, lo que hace el Pleroma. No sirve de nada que te escondas en el baño a hacerte una paja o meterte una berenjena por el ano, todo el Pleroma te está viendo, como tú también ves lo que hacen las otras manifestaciones del Pleroma.
Ayer te acostaste, a escondidas, con la esposa de tu Hermano y piensas que nadie os vio follar; pero no es así, el Pleroma se observa a sí mismo y nada le puede ser ocultado. Entonces, ¿Por qué actuamos hipócritamente? Por ignorancia, dado que olvidamos nuestros recuerdos de ser el Pleroma. Recuerdos que permanecen a la vista de todos en el Éter, la sutil Substancia, de carácter vibratorio, que conforma el Pleroma y que se densifica para dar forma a las estrellas del firmamento y a la polla y el coño que tenéis en la entrepierna.
Vamos a abandonar la timorata moralina y vamos a llamar a las cosas por su nombre; en tanto que en el Pleroma, como en el Diccionario de la Real Academia, no existen las palabras prohibidas; en tanto que, la suma de todas ellas, infinitas, conforman el nombre de Dios; es decir, del Pleroma.
Si te avergüenzas de lo que estás leyendo es porque no deberías de encontrarte aquí. En el Pleroma todos los Dioses, los eones, se acuestan unos con los otros, entre hermanos, y conforman el Multiverso. Los dioses son muy promiscuos y organizan orgías cósmicas donde se penetran unos a otros como las galáxias cuando se entremezclan, más que chocar, y conforman una estructura sideral mayor. Todos follan con todos, como en las orgías griegas y romanas, diseminando su esperma entre los universos creados tras su interminable afán amatorio.
Nuestra Cultura nos ha enseñado a ocultar nuestros deseos y eso es malo. Nos ha impuesto normas tabús, para impedir el incesto entre familiares cercanos; pero hubo un tiempo en que los reyes se casaban con sus hermanas, madres y primas a imagen de los dioses del Cielo; en suma, el Pleroma.
Cuando oyes hablar de un marica te espantas, hipócritamente, haciendo un teatrillo ante los demás intentando mostrar tu hombría; pero en el fondo de todo desearías que te metieran un cimbel, por el culo, hasta los cojones.
No me lo creo, simplemente no me lo creo, que exista un solo Ser Humano que no se haya metido algún objeto por el trasero una vez en la Vida, anda y más de una. Todos lo ocultamos; pero todos alguna vez lo hemos realizado aunque lo neguemos. Claro, luego vienen los divorcios y la esposa que siempre lo sabe todo, avienta los más oscuros secretos de alcoba. Sí, a mí esposo le gustaba que le metiera el dedo en el culo o hasta la mano. A veces un contenedor de cristal o metal de puros habanos y más recientemente algún dildo comprado, discretamente, por Amazon.
Mira, Corazón, me dirijo a tí seas Hombre o Mujer, todos somos, en potencia y en esencia bisexuales y, de verdad, si por pudor religioso o cultural no te has masajeado el recto alguna vez, no sabes lo que te estás perdiendo.
¿No has soñado alguna vez con algún mandoble bien pertrechado sumiéndose en el placer de tu profundo ano? A eso me refiero, te han engañado, no son subcubos o íncubos sino tu deseo insatisfecho que se manifiesta en tus sueños.
Todos en nuestra niñez, alguna vez, si los adultos nos dejaron jugando, hemos jugado a los médicos; las niñas mirando y tocando con curiosidad el extraño apéndice colgante de los niños y éstos, asimismo, tan intrigados por la rajita por la que mean sus primas hermanas y vecinas.
El Amor inunda el Pleroma y algunos tabús fueron necesarios por el bien de la Especie; es decir, se trata de una cuestión práctica para que la Humanidad no se degrade mediante la sangre mezclada de primos y hermanos; pero hoy es un tabú meramente religioso y de moralina perniciosa cuando ya existen los medios anticonceptivos apropiados.
El Amor, como dijo alguien que todos conocemos, es la Ley; pero el Amor bajo la Voluntad del Ser, esa es la Ley. Ojito con ello, no de la voluntad de tu Personalidad.
El Pleroma es, digámoslo, como una playa nudista donde nadie esconde nada y todos copulan con todos como en la Tribu simiesca de los Bonobo. Creo, de corazón que tenemos mucho que aprender de ellos en concreto y de todos los animales en general.
La malicia del Pecado se encuentra en el pensamiento y en intentar complacer los deseos propios a costa de la voluntad de los demás. Hoy existen violaciones por todas partes, incluso dentro del Matrimonio, porque pareciera que dicho Contrato, es de lo que se trata, diera permiso para satisfacer nuestros deseos sin el consentimiento de la otra Persona; pero para eso tenemos esos deditos, tan hábiles, que nos ha dado Dios con el fin de pajearnos y disfrutar del sexo sin ofender a nadie. Hombre, lo suyo es que, como en el Pleroma, todos estuviésemos dispuestos a hacerlo con cualquiera. Hoy, si eso fuese así, nos dirían que somos más putas o putos que las gallinas. En fin, es lo que hay.
No existen los heterosexuales, ni los gays o las lesbianas. Todos somos bisexuales muy curiosos y con ganas, siempre, de aprender cosas nuevas, incluso la transexualidad. Alejandro Magno se acostaba con todo el Mundo, tuviesen picha o coño, y la Historia no nos lo ha pintado como un maricón amanerado.
En el Pleroma, os mostraremos tal y como somos, en pelota picada, para que entendáis qué el Misticismo no está peleado con la sinceridad de nuestra Naturaleza Humana y su comportamiento sexual. De hecho existe una Mística muy profunda en el Ano, de la cual ya hemos hablado de soslayo, como quien no quiere la cosa; pero también de forma muy abierta en alguna de nuestras reflexiones y relatos.
Incluso, en cierta ocasión, hicimos algún intento similar al de ahora en Facebook; pero evidentemente naufragó bajo la censura burguesa de Facebook y no pudo ser. A veces os mostré algún que otro dildo o juguete erótico al que soy aficionado desde que tengo uso de razón.
No pretendo que vosotros hagáis lo propio aunque os estaría tremendamente agradecido, pues descubriría que tengo toda la razón de que a todos nos gusta acariciarnos el culo y si es en profundidad mucho mejor.
Esto no pretende ser una apología de la pornografía sino un descorrimiento del velo que haga posible que el Sexo y todas sus manifestaciones se hayan convertido en un gran negocio. ¿Os suena el otro negocio parecido?. El de la Religión. Pues ni con el Sexo ni con la Religión se debería de mercadear pues son cosas que pertenecen, al Ser Humano y, en esencia, a toda la Humanidad.
Os invito a que observéis los orgasmos anales en las caras de sus protagonistas, en los vídeos porno, os aseguro, que estaréis contemplando la beatitud de la Divinidad en el Ser Humano.
Carajo, no digo que os metáis un bate de beisbol por el culo y terminéis con una peritonitis en el hospital. Hoy existen muchos dildos creados con silicona líquida que son absolutamente inocuos y, estando relajados y meditando, con un buen y abundante lubricante podréis descubrir no solo el placer anal sino que abriréis una ventana a la Verdad de lo que él Pleroma, de lo que es el Universo y de lo que eres tú mismo o tú misma, como manifestación del Pleroma.
El Sexo, en cualquiera de sus manifestaciones, no debe de ser grosero violento o asunto de sorna y guasa sino algo divertido y disfrutable, no solo con los cinco sentidos sino también con el Alma entregándonos al Místico Orgasmo Anal. El orgasmo de los dioses. El Divino Orgasmo del Pleroma
Frater Aralba R+C